LAS COSAS COMO SON Nº 65

Este 30 de octubre se cumplieron 25 años de la elección que permitió volver a ejercitar la vida en democracia.Ese día, Raúl Ricardo Alfonsín al frente de la Unión Cívica Radical, se imponía al Justicialismo, que llevaba a Italo Argentino Luder como candidato presidencial.

Volvía a votar el pueblo argentino, sin limitaciones de ningún tipo y comenzaba a despedir a la atroz dictadura militar que se había iniciado en el año 76.

La figura de Alfonsín es hoy, el sinónimo de la vuelta a la vida participativa y el alejamiento definitivo de los gobiernos de facto, impuestos por la fuerza de los militares y sus cómplices civiles.

Más allá de los errores cometidos y de la entrega anticipada del gobierno a Carlos Menem en 1989, Raúl Alfonsín tendrá reservada en la historia argentina, la imagen del retorno a la democracia.Y también, del juzgamiento a los principales responsables de la dictadura militar, con el inolvidable Juicio a las Juntas y la conformación de la CONADEP, esa comisión nacional que integraron entre otros, Ernesto Sábato y Magdalena Ruiz Guiñazú.

El homenaje, el recuerdo debe trascender cualquier identificación o pertenencia política; lo decíamos cuando el Gobierno Nacional inauguraba su busto en la Casa Rosada, en un infrecuente gesto de tolerancia de nuestra clase política.

Hoy, Oposición y Gobierno, deben mirar hacia atrás para ver las dificultades vividas desde el 83 hasta aquí, para madurar y entender que sentarse en una misma mesa a discutir los grandes temas nacionales, no es sinónimo de debilidad sino de lucidez democrática.

Se cumplen 25 años de la vuelta al ejercicio democrático.Y la figura de Alfonsín recobra validez y vigencia; la misma que aquella frase que inmortalizó el entonces fiscal Julio Césa Strassera durante el juicio a las jerarcas militares: NUNCA MÁS.