El debate llevado adelante en la Cámara de Diputados sobre el tema Aerolíneas, nos ha revelado un dato político sumamente positivo: el Congreso de la Nación ha dejado de ser una mera escribanía del Poder Ejecutivo de turno, para transformarse en el lugar de la discusión de los grandes temas nacionales.
Ahora, esta situación seguirá siendo así, producto de un crecimiento en la práctica política de nuestra democracia o es nada más que el resultado adverso en la discusión de las retenciones, que obligó a cambiar algunos hábitos del Poder Ejecutivo?
Es lógico que el Parlamento se dedique a legislar, a modificar proyectos e incluso, a aceptar propuestas sean de un diputado o senador opositor.
Los cambios introducidos al proyecto original sobre Aerolíneas Argentinas indudablemente fueron realizados en virtud de conseguir los votos para su aprobación, además de la intención oficialista de comenzar a reagrupar voluntades, perdidas en medio del conflicto con el Campo.
Pareciera que la mirada está más allá de estos días y el destino final de esta tolerancia, que desde ya saludamos, es el de llegar lo mejor armados al desafío electoral del año próximo.
También en este sentido, se olfatea la reunión de la Presidenta con Schiaretti y
Tal vez la debilidad política momentánea del Gobierno sea el disparador de estos gestos de apertura.
Que no termina de convencer cuando volvemos a ver en acción
Esta presencia en el elenco gubernamental, sumada a la desafortunada y desgastada gestión del Secretario de Transporte, hace que los gestos de apertura y distensión queden opacados y absolutamente disminuidos.
No será hora de modificar algunas cosas de fondo y de apuntar, en serio, a la renovación de una gestión que todos los argentinos, necesitamos que sea exitosa.
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