Este sábado la Presidenta de la Nación brindó su primera conferencia de prensa. A excepción del anterior mandatario, Néstor Carlos Kirchner, quien no realizó ninguna durante su mandato.
A esto debemos sumar que Cristina Fernández no habló con la prensa tampoco durante su campaña electoral, en la que resultó ganadora. Ahora, nos encontramos con un cambio de actitud, que saludamos y creemos sano para la democracia.
Indudablemente, el conflicto con el Campo y el “voto no positivo” de Julio Cleto Cobos, ha dejado marcas. Lo importante, es que deje enseñanzas.
Todos nos equivocamos, erramos, fallamos, sin duda. Eso no es lo malo: lo inexacto es no aprender de los errores y no reconocer la necesidad de cambiar. ¿Es malo cambiar? Todo lo contrario: es sinónimo de inteligencia y de vida.
La incorporación de Sergio Massa a la Jefatura de Gabinete de Ministros y la llegada de Gustavo López a la Subsecretaría Gral. de la Presidencia, son bocanadas de aire fresco.
La permanencia testaruda de Guillermo Moreno en la Secretaría de Comercio, se asemeja a un capricho casi adolescente.
Que la Presidenta escuche las preguntas de los periodistas nacionales y extranjeros y las conteste, es una sana costumbre de la vida en democracia.
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Hace 9 años
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