viernes, 30 de mayo de 2008

LAS COSAS COMO SON Nº43

Un país serio, que pretende ser líder en su región, independiente en sus decisiones y recibir inversiones desde otros países del mundo, ¿puede sostener un conflicto como el del Campo por más de 80 días?

Una economía en crecimiento y una estabilidad respaldada por las abultadas reservas del Banco Central ¿puede permitirse que el asunto agropecuario haya costado ya más de 1.000 millones de reservas y que el campo haya dejado de facturar hasta el momento 2.000 millones de dólares?¿Hay una lectura adecuada de la profundidad de esta crisis por parte de sus protagonistas?

Las preguntas podrían seguir, pero seguramente cansarían. Como ha cansado ya este conflicto denominado CAMPO VS. GOBIERNO o GOBIERNO VS. CAMPO.

Las responsabilidades no las asume ninguno de los involucrados. De Angeli termina pidiendo disculpas a la Presidenta de la Nación “si es que la ofendí” durante su alocución del masivo acto de Rosario. El vocero del Partido Justicialista, el Gobernador chaqueño Jorge Capitanich, dice ahora que estaba equivocado, cuando 5 años atrás, presentaba un proyecto para derogar las Retenciones.

¿Cuánto de lo que se dice es verdad y cuánto es el “juego de la política”? Ayer se conocieron medidas del Gobierno para el Campo, de modo unilateral, con el objetivo de generar una ruptura entre las cuatro organizaciones y el cansancio de la opinión pública. Esto es posible que suceda. Como también es lógico reconocer –y lo decíamos aquí la semana pasada con la encuesta de POLIARQUÍA en la mano- que la imagen presidencial estaba en números que nunca habría imaginado el autor intelectual de esta estrategia de pelea hasta el final.

La opinión pública demuestra en todos los estudios realizados niveles de hartazgo con el conflicto. Pero que nadie se equivoque: hasta el momento, en esta disputa, estamos perdiendo absolutamente todos los argentinos. Sin excepción alguna.

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