CAMBIO EN LOS HÁBITOS DE CREENCIA

Según se desprende de una encuesta del CONICET, la Iglesia Católica está perdiendo fieles. En los años 60 contaba con más del 90% de adhesión de la población. Hoy en día cuenta con el 76%.

Sin embargo, hechos que vemos por la televisión muestran otra cosa. Hace poco se realizó la marcha por la Virgen de los Milagros y sumó un récord de 450 mil fieles. O la multitud que se acumula cada 7 de agosto para rezarle a San Cayetano, o los muchos kilómetros que camina la gente para llegar a la Basílica de Lujan.

Lo que ocurre realmente es que no hay crisis de creyentes, sino crisis en la relación de los creyentes con la Iglesia, como Institución. No hay crisis de espiritualidad sino un cambio en las formas de ejercer la fe. Los fieles ya no van a misa porque prefieren rezar en sus casas y tener un vínculo más directo con sus creencias.

A este fenómeno se le suma, además, el surgimiento de nuevos grupos religiosos que proponen otras formas de vincularse con la fe. Entonces es cierto que evangelistas, testigos de Jehová, mormones, entre otros, están captando la devoción religiosa que antes era exclusiva del catolicismo.

Todo esto indica que se está produciendo un proceso de independencia o de autonomía de los individuos, que buscan vivir sus creencias libremente sin estar atados a los dogmas de una institución.

Cecilia Crea